El portal de los muebles reciclados

Henrique Cymerman Esposa , La periodista que encontró estabilidad más allá del amor y la guerra

Henrique Cymerman

“El SIC es lo más estable de mi vida, incluso más que mis matrimonios”, comenta Henrique Cymerman con frecuencia y una sonrisa. La esencia de un periodista que ha hecho de la volatilidad su forma de vida se resume en una declaración tan directa pero reveladora. Su carrera, caracterizada por conflictos, acuerdos de paz y viajes interminables, ha estado impulsada por una curiosidad insaciable y una sensibilidad que lo distingue de sus compañeros.

A los 16 años, decidió dar un giro radical. Envió a sus padres un telegrama desde Oporto que cambiaría el rumbo de su vida: “Me quedo en Israel”. Empezó a realizar diversos trabajos en un kibutz israelí, como hornear pan bajo un sol abrasador y vacunar aves de corral. Con ese comienzo, inesperado y formativo, comenzó una historia asombrosa. Aprendió la importancia de la perseverancia, la camaradería y la capacidad de comunicación para superar las diferencias culturales.

Henrique Cymerman — Información Personal y Profesional

DetalleInformación
Nombre completoHenrique Cymerman Benado
Lugar de nacimientoOporto, Portugal
NacionalidadPortuguesa-Israelí
ProfesiónPeriodista, corresponsal, escritor y conferencista
Medio principalSIC (Sociedade Independente de Comunicação)
Años de actividadMás de 33 años
Obra destacadaEl Enigma de Israel
Tema recurrenteConflicto israelí-palestino y procesos de paz
Relación personal destacadaAmistad con el Papa Francisco
Fuente de referencia

Wiki

Ha sido un habitual de la televisión portuguesa durante más de treinta años, proporcionando a SIC emisiones desde Oriente Medio. Su carrera lo ha consolidado como un modelo a seguir para los periodistas que buscan combinar rigor periodístico y sensibilidad, y su dedicación a la verdad ha sido especialmente notable. Habló con pasión cuando comentó: «SIC ha sido más que una simple cadena; ha sido mi hogar y, en cierto sentido, mi familia».

La paz entre Israel y Palestina es uno de los desafíos más delicados y complejos de nuestro tiempo, y el periodista que recientemente escribió El Enigma de Israel lo aborda en su libro. Ofrece ideas basadas en décadas de experiencia práctica, manteniendo un punto de vista maduro y muy compasivo. Dice con calma: «Soy uno de los pocos israelíes que cruza al lado palestino cada semana y he participado en varios acuerdos de paz».

Tiene una perspectiva positiva y especialmente esperanzadora sobre el futuro. «Me preocupa el tipo de territorio que estamos dejando a nuestros hijos y nietos», afirma. Más allá del análisis político, esta reflexión demuestra su sensibilidad como padre y como ciudadano pacífico. Cymerman participa activamente en la búsqueda de la comprensión, no como un observador pasivo, y cree firmemente que enmendar los errores es un acto de valentía.

Su propia vida se ha caracterizado por contrastes extremos. Ha sentido la soledad del periodista y la ferocidad de la batalla, pero también el profundo amor de quienes lo rodean. Si bien reconoce que su trabajo le ha exigido concesiones, ha hablado con discreción y respeto sobre su esposa y sus matrimonios. Consciente de que su devoción profesional tiene un coste emocional, afirma sin resentimiento: «La SIC ha sido más estable que mis matrimonios».

Esta comedia casi filosófica muestra a un hombre que ha aprendido a ver el pasado con compasión. Se sabe poco de su esposa, aunque ella lo ha apoyado discretamente en algunos de los momentos más difíciles de su carrera. Cymerman ha intentado encontrar un equilibrio entre la vida pública y el aislamiento, que considera uno de los aspectos más desafiantes de su trabajo, entre viajes, encargos y encuentros diplomáticos. Uno de los períodos más conmovedores de su vida ha sido su relación con el Papa Francisco. Su vínculo de más de doce años trascendió su relación laboral. En lugar de reunirme conmigo en una sala u oficina oficial, me recibía en su residencia. Con gran emoción, admitió: «Era un amigo cercano, un hombre diferente». El fallecimiento del Papa le afectó profundamente: «Sentí lo mismo que cuando murió mi padre». Fue una guía moral y una figura paterna.

El lado humano de un periodista que siempre ha valorado la empatía por encima del sensacionalismo se refleja en su relación con el Papa. Demuestra una sensibilidad única al tratar a líderes políticos y espirituales con la misma deferencia. Ha entrevistado a personas que han influido en la historia moderna a lo largo de su carrera, sin perder nunca el toque humano que convierte los hechos en narrativas y las noticias en enseñanzas.

También ha desempeñado un papel crucial como mediador entre Israel y Palestina. En conversaciones informales con líderes de ambos lados, Cymerman ha actuado como mediador, promoviendo la comunicación y la confianza. Su trabajo ha sido reconocido por su carácter constructivo y su enfoque profundamente ético en una situación tan delicada. Su enfoque de la diplomacia informal, que prioriza la escucha sobre la palabra, ha sido extraordinariamente exitoso.

Ha presenciado catástrofes a lo largo de su carrera, pero también ha presenciado actos de bondad que han fortalecido su fe en las personas. Ha sido testigo de cómo el periodismo, cuando se practica con honestidad, puede ser una herramienta para la paz y de cómo la empatía puede abrir puertas que la política cierra. Sirve como una brújula moral para las futuras generaciones de periodistas gracias a esta perspectiva, especialmente pertinente en tiempos de división.

Henrique Cymerman es conocido por su dedicación y tenacidad en el ámbito laboral.

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